25 millones de europeos se encuentran con problemas de infertilidad, en muchas ocasiones debidos a la edad a la que buscan un embarazo. La congelación de óvulos ayuda a nuestra salud mental ya que ofrece la tranquilidad de usarlos cuando sea el momento adecuado.
Imagino que el título de mis reflexiones de este mes te ‘choca’ un poco, aunque creo que a estas alturas a nadie le sorprende que la congelación de óvulos ayude a nuestra salud mental. Te cuento. Brujuleando por Internet me encuentro con que este mes se celebra la #EuropeanFertilityWeek. ¡No tenía ni idea de que existiera! Lógico, hasta que no te interesas por un tema, tus ojos no se paran en determinadas informaciones. Bueno, el caso es que se celebra desde 2016 con el objetivo de concienciar sobre la infertilidad y los problemas a los que se enfrentan las personas con infertilidad. Y lo primero que llama mi atención es esta frase “el viaje de la infertilidad es tanto un desafío físico como mental”. Para 25 millones de europeos puede ser un camino tortuoso lleno de obstáculos, un camino que no siempre es tan sencillo como debería y no siempre termina bien. No había caído en ello, pero es verdad. Lo que me lleva a pensar otra cosa. Cuando la ‘cabeza’ entra en juego, estamos ya en temas que tienen que ver con la salud mental.
Frente a esta realidad, tengo la sensación de que el tema de tener hijos se sigue considerando como una decisión en la que, si la naturaleza no ayuda, pues no hay más remedio que aguantarse y asumirlo. Bueno, algo de esto es cierto. Las obsesiones nunca traen nada bueno. Pero también pienso que, en muchos casos, la falta de información y la ausencia de una educación desde la adolescencia sobre estos temas, constituye buena parte de un problema que podría dejar de serlo para muchas personas. Ya sabemos que la infertilidad tiene que ver con muchos factores, algunos relacionados con la edad y la falta de planificación previa de la mujer. Sí, digo de la mujer, porque somos nosotras las que tenemos ese dichoso reloj biológico. Nos guste o no, es la realidad.
Me pregunto cuántos de estos 25 millones de personas podrían haber solucionado su infertilidad si hubieran estado mejor informados de tratamientos como el de la congelación de óvulos. Creo que en los colegios debería introducirse este tema como uno más dentro de la educación sexual, porque con información, se toman mejores decisiones. Muchas chicas se enfrentarían a la vida de otra manera, sin esa presión en su cabeza al verse obligadas a escoger entre su vida profesional y su posibilidad de ser madre. Qué diferente sería para muchas de ellas saber que la edad para ser madres no es ya un condicionante si tomamos medidas tan fáciles como acudir a un centro especializado en estos procesos donde les van a informar con profesionalidad y las van a acompañar en este camino con todo el cariño del mundo. Y más cuando ya sabemos que se trata de un proceso indoloro, rápido y fácil que no condiciona para nada ser madre de manera tradicional o incluso, optar por no serlo.
¡Qué fácil y cuántas personas podrían ser mucho más felices!