El miedo a la infertilidad influye en la autoestima

Recientemente ha salido publicado el II Informe de Bienestar de la Mujer de Gedeon Richter, elaborado tras una encuesta realizada a 7.000 mujeres entre 16 y 59 años (entre 29 y 45 años en los temas de fertilidad) en varios países europeos, entre ellos España. Uno de los datos que más me ha llamado la atención es que el 49% de las encuestadas reconoce que el miedo a la infertilidad influye negativamente en la autoestima, y un 48% indica que además influye de forma negativa en su feminidad.

La publicación de este informe coincide con el Mes de Fertilidad, que se celebra en junio, ya que el día 4 es el Día Mundial de la Fertilidad, una iniciativa de la ASRM (la sociedad americana de fertilidad) cuyo objetivo es crear conciencia sobre una enfermedad que afecta a 48 millones de parejas y 186 millones de personas en todo el mundo, según los últimos datos de la OMS. La infertilidad es una enfermedad que, cuando tiene que ver con la edad de la mujer exclusivamente, se puede subsanar si somos previsoras, congelando nuestros óvulos.

El informe destaca los miedos relacionados con la infertilidad, miedo a que cause depresión, a que influya en el rendimiento laboral, a arruinar la relación de pareja, a condicionar la vida sexual, que están causados, en parte, por la idea generalizada de que una mujer se quedará embarazada cuando quiera, lo que hace que cuando se detecta un problema de infertilidad, en muchas ocasiones sea tarde. Si en una consulta rutinaria con nuestro especialista en ginecología nos hacemos un test de fertilidad, y nos informan, por ejemplo, de que nuestra reserva ovárica es más baja de que lo que debería por nuestra edad, podríamos tomar alguna decisión en caso de que quisiéramos ser madres, podríamos congelar nuestros óvulos antes de que nuestra reserva ovárica disminuyera.

Como siempre, la información es necesaria, y nos evitaría muchos de estos miedos; miedos que, además, están condicionados por una sociedad en la que la infertilidad masculina es más tabú aun que la femenina, por lo que, en muchos casos, es la mujer la que se considera responsable cuando el embarazo no llega. Las mujeres tenemos que admitir que el tic tac del reloj biológico impacta en nosotras, que no siempre nos encontramos listas para ser madres- por la razón que sea- cuando realmente podemos, según nuestra propia naturaleza.

Tener un plan de vida profesional, social y familiar no debe implicar sacrificar la maternidad o exponernos a ello por retrasarla, y muchas veces generarnos miedos que condicionan nuestro día a día. No estaría de más realizar, en alguna de nuestras revisiones, una prueba de fertilidad, con independencia de cuál sea nuestra situación profesional o social. Este test consiste en el análisis cuantitativo de la Hormona Antimulleriana (AMH), para estimar la cantidad de óvulos fértiles que tenemos cada una de nosotras, es decir, la cantidad de óvulos fértiles que tenemos, algo que es clave para conseguir un embarazo. Todas estas pruebas y procesos son fáciles, sin apenas molestias- no más allá de una regla un poco dolorosa, en su caso-. Seguramente tener esta información nos va a ayudar muchísimo a la hora de decidir qué hacer en el futuro y nos ayudaría a quitarnos los miedos de la temida infertilidad, que, en muchas ocasiones, son infundados.

Aprovechando el mes de la fertilidad, y ahora que tenemos claro lo importante que es tener información sobre nuestra fertilidad para evitar vivir con miedo por lo que pueda pasar, quiero compartir con vosotros algunos conceptos que no está de más tener presentes.

1.- La infertilidad es una enfermedad reconocida por la Organización Mundial de la Salud. Los datos son contundentes. Uno de cada 6 adultos sufre infertilidad. La OMS dice que es urgente facilitar a estas personas el acceso a tratamientos de fertilidad.

2.- Se considera infertilidad y se aconseja acudir a un especialista al no conseguir un embarazo tras un año de relaciones sexuales frecuentes sin utilizar métodos anticonceptivos, y seis meses si la mujer tiene más de 35 años.

3.- En el caso de las mujeres, uno de los factores que ocasiona la infertilidad es la edad. Ya hemos comentado en otras ocasiones este factor, pero hay que seguir insistiendo sobre ello, porque en el caso de que este sea el motivo que provoca la infertilidad en la mujer, podemos ponerle remedio con la congelación de nuestros óvulos. Las mujeres nacemos con una cantidad de ovocitos fija, el cuerpo no genera más a lo largo de nuestra vida. Estos ovocitos se encuentran en fase latente en el ovario y comienzan su maduración tras la pubertad. En cada ciclo menstrual, un grupo de folículos comienza su maduración y diferenciación para convertirse en un folículo maduro, del que saldrá un ovocito, que puede ser fecundado o no. Si esto no sucede, este óvulo, junto a los folículos que no consiguen una ovulación, desaparecen. Así que cada una de nosotras va perdiendo una cantidad de folículos que traemos de nacimiento en cada menstruación hasta llegar a la menopausia.

Prevenir la Infertilidad sobrevenida por un cáncer

Mujer diagnostica con cáncer“Esas son cosas que le pasan a los demás… hasta que te pasan a ti”. Seguro que esta frase se te ha venido a la cabeza en algún momento de tu vida en el que te ha ocurrido algo que jamás pensarías que te pudiera pasar a ti, o lo has visto a tu alrededor. Sobre todo, cuando se trata de enfermedades.

La historia de Ángel y Marita

El otro día me llamó un amigo, para decirme que a su mujer le habían detectado un cáncer. Me quedé de palo. El último recuerdo que tenía de Marita era en la boda de una amiga común, hacía un año. ¡Pero si estaba perfectamente!! Ya os podéis imaginar mi reacción. Lo típico, “Ángel, no te preocupes, ahora hay muchos tratamientos y la mayoría de la gente sale adelante, ya verás como Marita reacciona bien y acaba pasando el trance”. Y es verdad. Ya sabemos que la quimioterapia es muy efectiva en la mayoría de los casos. Lo que ocurre es que este tipo de fármacos, a menudo, dañan los óvulos. Una mujer que recibe un tratamiento de quimioterapia está recibiendo vida, pero también sabe que tiene este tipo de efectos secundarios que reducen, e incluso, provocan la infertilidad.

Después del impacto que me causó la noticia que me daba Ángel, esto es lo primero que se me vino a la cabeza. Ellos todavía no tienen hijos. Son jóvenes y decidieron darse un tiempo para disfrutar de la vida sin ataduras. Ya sabemos que los hijos son una bendición, pero cambian la vida de la pareja por completo. Francamente, no me atreví a decir nada porque si a mí se me había ocurrido pensar en esto, a ellos también, y no era el momento de echar leña al fuego.

Pero, ante mi sorpresa y para mi mayor alegría, fue Ángel el que sacó el tema a colación. “¿Sabes una cosa Alicia? No todo iban a ser malas noticias. Hemos sido precavidos, así que antes de que Marita comenzara a recibir el tratamiento de quimioterapia, hemos tenido la precaución de congelar sus óvulos. Ahora mismo estamos centrados en lo fundamental, que es la salud de Marita. Pero no queremos renunciar a la posibilidad de formar una familia cuando ella se recupere”.

¡Menuda alegría me llevé al escucharlo! Afortunadamente, cada vez son más las parejas- o las mujeres en su caso- que prevén esta posibilidad. Algo que hace tan solo unos años era impensable. Primero, porque no había información. Y segundo, porque era un tema tabú. Se consideraba una frivolidad. ¡Pero cómo vamos a pensar en congelar óvulos cuando lo urgente es salvar la vida de una mujer! Hoy en día, la cosa ha cambiado para mejor, porque la mentalidad va cambiando. “Salvar la vida de una mujer” también engloba pensar en su futuro, siempre que sea posible y las circunstancias lo faciliten- cada caso es cada caso- ¿Por qué una mujer debe renunciar a la posibilidad de ser madre después de un tratamiento de quimio o cualquier otro fármaco que pueda dañar sus óvulos? Yo lo veo como un refuerzo a su salud. Porque la salud debe ser física, pero también emocional. No puede haber mayor alegría que tener la posibilidad de formar una familia tras pasar un duro proceso de cualquier enfermedad.

Como ya os he comentado muchas veces, la ciencia juega a nuestro favor en esto. Porque muchos de los que estáis leyendo esto os preguntaréis, “vale, lo de congelar los óvulos está muy bien, pero lo fundamental es que no entorpezca empezar con la quimio o la radio cuanto antes”. Pues para esto también hay solución. La clave está en obtener el número suficiente de óvulos en un plazo breve de tiempo. Y esto se puede hacer actualmente con una pauta de estimulación ovárica de protocolo corto, de tal modo que este proceso se puede hacer en cualquier momento del ciclo menstrual. Y no dura más de un promedio de 15 días, desde que vas a consulta por vez primera, hasta que se completa la extracción. Y ya estás lista para someterte a la quimio o radio que sea necesaria.

Esto es lo que ha hecho mi amiga Marita. Pregunté a Ángel que si ella estaba nerviosa o preocupada por someterse a este proceso con la perspectiva que tenía por delante. Me dijo que todo lo contrario. Solo pensar en la posibilidad de poder continuar con nuestras vidas si todo salía bien, le daba un plus de ánimo. Marita se sintió con más ganas aún de salir adelante.

Bueno, la llamada de mi amigo sobre las noticias de Marita comenzó dejándome en estado de shock, pero, al terminar, me sentí llena de alegría y de esperanza al constatar que, a pesar de la adversidad, la ciencia está de nuestro lado, no solo ante una enfermedad, sino también para ayudarnos a que nuestra vida continúe después de la mejor manera posible. ¿Y qué mejor que tener la oportunidad de ser madre? ¡Ánimo, Marita!

Decide a tiempo preservar tu fertilidad

Decidir preservar la fertilidad

Decide a tiempo preservar tu fertilidad para que no te pase como a infinidad de mujeres del mundo entero, que han renunciado a ser madres por falta de información sobre la congelación de óvulos. La mayoría por cuestiones profesionales, como Helen Mirren y Winona Ryder. ¡Que a ti no te pase!

Aquí está la otra cara de la moneda. En el post anterior os comentaba el caso de dos actrices mundialmente conocidas, que de forma ‘inconsciente’ dejaron para más adelante la maternidad y cuando soñaron con esa posibilidad, ya era tarde. Ya he comentado muchas veces- y seguiré insistiendo sobre ello- que el reloj biológico de las mujeres no entiende de éxitos, trabajos o circunstancias de la vida. Es el que es, nos guste o no. Así venimos programadas a este mundo.

Este es un asunto del que se habla, no solo cuando tratamos de temas como este, el de ser madre, sino que ya, en cualquier foro relacionado con el mundo de las mujeres, el tema de la maternidad es un tema muy presente. Recientemente asistí a una charla en el Espacio de la Fundación Telefónica, celebrado con motivo del Día de la Conciliación y la Responsabilidad, en el que mujeres del Club Malas Madres centraron todos sus argumentos en uno solo: la dificultad de conciliar la vida laboral con la familiar. Muchas de las mujeres que participaron en el debate hablaron en algún momento de ‘elección’, de ‘renuncia’, de tener la sensación de que se estaban perdiendo la infancia de sus hijos. Todas ellas, mujeres jóvenes con ganas y sana ambición profesional, que, en algún momento de su vida, habían tenido que tomar una decisión vital en sus vidas. ¿Soy madre o soy profesional?

Mientras las escuchaba, me dio por pensar en lo que habíamos hablado ya en post anterior, como decía al principio. Actrices mundialmente conocidas que habían renunciado a la maternidad. El caso de Helen Mirren y Winona Ryder es el mismo de tantas mujeres del mundo entero que no tuvieron otra opción, tuvieron que elegir, con la esperanza de que ‘algún día…’. Pero, ¡y si ese día no llega! Si lees un poco la biografía de una y otra actriz, al final te das cuenta que, tras las bambalinas, el éxito y el dinero, son mujeres como tú y como yo, con sus deseos y sus miedos.

Cuando supe que a Helen Mirren lo que le duele hoy en día es no tener la posibilidad de ser abuela, me hizo sentir mucha ternura hacia ella. Pensé en cuántas mujeres se dicen lo mismo un día y otro. Mujeres anónimas como somos tú y yo. El caso de Winona Ryder también da que pensar. Cuando se iba acercando a la ‘peligrosa’ edad de los 40, estuvo a punto de dejar los escenarios para tratar de ser madre…al final no lo hizo, porque… ¡ay! La dichosa carrera profesional se interpuso en su camino. Hoy, a sus 52 años, la posibilidad de serlo de manera natural, sin adoptar, por ejemplo, no es posible.

Total, que estas dos mujeres representan a muchas otras que, por una u otra razón- generalmente, la vida profesional, o, mejor dicho, él éxito profesional- les ha hecho aplazar la decisión de ser madre porque ¡tenían tiempo por delante’. Pero, cuando han querido ‘ponerse a ello, se han encontrado con la cantilena de: ‘es que estás obsesionada con ser madre’, ‘en cuanto no lo pienses, ya verás que te quedas embarazada’, ‘pide unos meses de baja laboral y así estarás tranquila y ya verás cómo el embarazo llega en el momento que menos te lo esperes’. ¡No me digas que no has escuchado este tipo de conversaciones a tu alrededor! Y, ¿qué hacen estas mujeres desesperadas? Hacer como que se consuelan.

Sabemos que los factores que influyen para que se logre un embarazo son variados. Pero el fundamental es la infertilidad, lógicamente. Probablemente, muchas de estas mujeres lo habrían tenido más fácil si hubieran acudido a un médico que les hubiera explicado las posibilidades que habrían tenido de ser madre con la congelación de óvulos. Lo sencillo que es. Y la tranquilidad que aporta saber que al menos, ese factor no va a ser un problema el día de mañana. Porque estas mujeres sufren un alto nivel de frustración como mujeres, y, desde luego, eso de ‘relájate que ya ocurrirá’ saben de sobra- o intuyen- que no tiene nada que ver. Lo que tienen en la cabeza es que retrasaron la decisión a un momento en el que los óvulos escasean, no tienen la misma calidad, o simplemente, ya no están. Es una cuestión de información. Y ya sabes que este es ¡uno de mis grandes empeños!

Cada vez es más evidente: la congelación de óvulos es la solución de ahora para el bienestar futuro. Piensa en la frustración de mujeres que admiramos por su trabajo en la gran pantalla. Probablemente ellas habrían optado por congelar sus óvulos para poder ser madres cuando eligieran si hubieran tenido toda la información al respecto. Tú estás a tiempo, así que… ¡No lo dejes!

Famosas que eligieron tarde

Famosas que eligieron tarde

Leyendo la típica web de cotilleo y vida social, me encontré con un par de testimonios de dos actrices de prestigio que me hicieron reflexionar. Se trata de Helen Mirren y Winona Ryder. Hablaban de los motivos por los que no han sido madres y como se sintieron presionadas por no tener hijos.

Helen Mirren comentaba que durante una entrevista con British Vogue le hicieron ‘la pregunta del bebé’. Le preguntaron abiertamente que si había preferido dedicar su vida a su carrera como actriz y dejar a un lado la maternidad. Ella respondió que una vez que más o menos estaba consolidada en la gran pantalla, comenzó a pensar en la posibilidad de ser madre, pero “se ve que no era mi destino. Seguí pensando que se iba a dar, esperaba que sucediera, pero nunca sucedió. Y cada vez que decían: ‘¿qué?, ¿no tiene hijos? Bueno, será mejor que empiece, señora’, yo decía: ‘¡No! ¡Deje de molestarme!’”

En el caso de Winona Ryder ‘la pregunta del bebé’ empezó a ser machacona hasta dentro de su cabeza más allá de los 40 años. En una entrevista en The Telegraph comentó: «esto es un poco personal, pero tengo 42 años y … bueno, estaba hablando con mi padre el año pasado y le dije ‘¿qué pasa si no puedo tener un hijo?’, y él dijo: ‘hay otras formas de tener hijos en tu vida’”.

En definitiva, dos grandes mujeres admiradas en el mundo entero que optaron- o se vieron obligadas- a renunciar a tratar de ser madres cuando el reloj biológico estaba a su favor. Las dos vienen a decir lo mismo: cuando por fin puedes es tarde y encima, la sociedad casi te lo echa en cara. Es alucinante.

Aprovechando que este mes de marzo es el ‘Mes de la Mujer’ quiero compartir un deseo. Que todas las mujeres puedan estar bien informadas sobre las posibilidades que ofrece la congelación de nuestros óvulos en edad fértil. Mejor antes de los 30 y no más tarde de los 35. Lanzo un llamamiento para que cada vez sean menos las mujeres que se vean obligadas a elegir entre la posibilidad de ser madres y la posibilidad de triunfar en el campo profesional.

¡Ahora podemos solucionarlo!

Decide a tiempo, evita la frustración

Decide a tiempo, evita la frustración

Me da mucha pena cuando escucho a una mujer que no tiene hijos porque vulgarmente ‘se le ha pasado el arroz’, y esto le ha generado ansiedad, depresión y estrés. Y digo lo que he dicho otras veces, ¿por qué no hay más información sobre las ventajas emocionales que tiene tomar la decisión de congelar tus óvulos cuando todavía estás a tiempo? Ya me conocéis, por mí no va a quedar, desde luego. Decide a tiempo y evita la frustración.

Poco a poco se van conociendo cosas interesantes. Como, por ejemplo, que cuando una mujer acude a un proceso de reproducción asistida lo hace como último recurso. La posibilidad de no ser madre le hace sentirse deprimida, incluso, hasta ‘culpable’, en los casos en los que la infertilidad es a causa de la edad. Ya sabemos que a partir de los 35 años las posibilidades que tenemos las mujeres merman considerablemente. Es una faena y gorda, pero la naturaleza es la que es.

En el post anterior hablábamos del papel tan importante que tiene la pareja cuando la decisión de congelar los óvulos se toma entre los dos. También te hablé de mi amiga Malena, la psicóloga. Ella dice que a su consulta acuden parejas que pasan por una crisis y en ocasiones no saben por qué… hasta que tira del ovillo y el conflicto viene motivado por no poder tener hijos. Ambos le echan la culpa al otro. Por tremendamente injusto que sea, es la realidad en muchas de estas parejas. La tentación de volcar su frustración en el otro siempre está ahí.

Cuando me contó esto, le pregunté si en alguna ocasión les ha preguntado si en algún momento de su vida, cuando eran más jóvenes, se habían planteado la posibilidad de que ella- o una de ellas si son dos mujeres- congelara sus óvulos. “Es curioso”- me dice- “pero nunca se me ha pasado por la cabeza, aunque es una muy buena pregunta”. ¿Cuántas parejas serían más felices ahora si hubieran decidido congelar los óvulos cuando estaban a tiempo?

Pues, a decir verdad, no lo sabemos, pero probablemente, más de las que nos imaginamos. Las consecuencias no tener hijos cuando se ha tenido la posibilidad y se ha dejado pasar, son muy dolorosas. Y esto puede acabar con el amor más bonito del mundo.

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