Las nuevas tecnologías llevan años cambiando nuestra vida, simplificándonos tareas de nuestro día a día. Hemos hablado con el doctor Juan García Velasco, director de IVI Madrid y catedrático de ginecología y obstetricia, para que nos dé su opinión sobre si la inteligencia artificial cambiará también el abordaje de la infertilidad y la reproducción asistida.
En medicina, la inteligencia artificial lleva más de 20 años usándose, mejorando y facilitando los informes médicos, ayudando en el registros de pacientes, generando nuevas evidencias científicas, participando en el diagnóstico por imagen o la medicina individualizada, facilitando el descubrimiento de nuevas dianas terapéuticas, analizando y cruzando datos, participando en los ensayos clínicos, realizando pruebas y análisis en los laboratorios. Estas y un sinfín de aplicaciones con el objetivo de mejorar la calidad asistencial de los pacientes.
La pregunta es ¿cambiará la inteligencia artificial el abordaje de la infertilidad? Para el doctor García Velasco la respuesta está clara, sí.
Las técnicas de reproducción asistida han experimentado muchos avances en los últimos años; no resultan tan lejanos los partos gemelares, muy frecuentes cuando el embarazo se había conseguido con tratamientos de fertilidad, casos que hoy apenas se dan; prácticamente no existen complicaciones en la estimulación ovárica y las dosis de tratamiento cada vez son más ajustadas. Con la llegada de la inteligencia artificial, será posible aplicar tratamientos más individualizados, y, sobre todo, comprender el contenido genético para poder anticiparse a los problemas, explica el doctor García Velasco. Es decir, una medicina menos invasiva, más segura y personalizada para las pacientes.
Hablamos con Cristina López López, psicóloga de IVI Madrid y coordinadora del grupo de interés psicológico de la Sociedad Española de la Fertilidad (SEF) sobre la salud emocional de las pacientes de reproducción asistida y sobre la pérdida de control ante un diagnóstico de infertilidad.
La salud emocional cada vez se tiene más en cuenta en los tratamientos de reproducción asistida, ya que las mujeres, o las parejas que están pasando por este proceso, normalmente sienten una gran cantidad de emociones negativas que no saben o no pueden gestionar. Es muy probable que tengan que pasar algún duelo, ya sea un duelo genético, un duelo por un aborto o el duelo por la no maternidad, cuando hay que poner punto final al tratamiento sin haber cumplido el objetivo, es decir, sin haber podido cumplir el deseo de maternidad o paternidad. También es común experimentar rabia, tristeza, frustración, incertidumbre, culpa…por lo que la ayuda psicológica es recomendable desde que se obtiene el diagnóstico de infertilidad, para que los profesionales puedan ofrecer a las pacientes las herramientas necesarias para poder pasar por este proceso de la forma más llevadera posible.
La pareja cumple un papel muy importante en todo el tratamiento; por un lado, la infertilidad puede ser por ambos miembros de la pareja o solo por uno de ellos, y en este caso, que haya una buena comunicación es de vital importancia para evitar el sentimiento de culpa. Por otro lado, el hombre, al no tener la “carga física” que tiene la mujer, suele adoptar un papel secundario, pero también necesitan tener sus propias herramientas para vivir el proceso y poder ejercer, en muchas ocasiones, de terapeuta, sin olvidarse de que él mismo también necesita pasar sus duelos, superar la posible culpa, …
Un consejo muy valioso que da la psicóloga es no consultar información en Internet, algo que en salud se hace con frecuencia. Existen multitud de foros de consulta que pueden generar sentimientos negativos, además de que la información que se encuentra en la red no siempre es fiable y que la sobre información puede generar ansiedad a los pacientes y hacer que desconfíen de su propio equipo médico.
Me alegra que se trate abiertamente sobre este tema, porque, aunque es verdad que cada vez hay más preocupación por la salud mental, cuando hablamos de infertilidad todavía queda mucho por hacer. Hemos hablado con Cristina López López, psicóloga de IVI Madrid y coordinadora del grupo de interés psicológico de la Sociedad Española de la Fertilidad (SEF) sobre la importancia de la atención psicológica cuando se ha dado un diagnóstico de infertilidad o cuando se está llevando a cabo un tratamiento de reproducción asistida.
Pregunta: Desde hace unos años hay una creciente preocupación por la salud mental, ¿esto se ha visto también reflejado en la reproducción asistida?, ¿se presta más atención desde el punto de vista emocional a las pacientes?
Respuesta: Hemos atravesado recientemente una pandemia, donde ha dejado en evidencia la vulnerabilidad que tiene el ser humano. Hemos experimentado cómo pueden ocurrir sucesos y situaciones desagradables en cuestión de minutos y, sobre todo, sin esperarlos. Venimos de generaciones que no han tenido habilidades emocionales para afrontar situaciones de crisis y de ahí que muchas personas hayan tenido que pedir ayuda para afrontar estos momentos y se ha visto más patente la importancia de la salud mental.
Empezar un proceso de reproducción asistida hace sentir a los pacientes este sentimiento de vulnerabilidad y pérdida de control constante. El apoyo emocional siempre ha sido un recurso necesario, pero sí que hemos visto un aumento en las consultas de psicología en los últimos años. Cada vez son más las clínicas que cuentan con apoyo emocional y el personal sanitario es más consciente de que ofrecer acompañamiento en los tratamientos de reproducción asistida ayuda a que los pacientes perciban de manera más saludable todos los procesos que puedan darse, así como adquirir estrategias emocionales para afrontar muchas de las situaciones como malas noticias.
Pregunta: ¿Qué tipo de apoyo psicológico sería el ideal para la paciente?
Respuesta: Cuándo las pacientes empiezan un tratamiento de reproducción asistida se les puede ofrecer la ayuda psicológica pero no todas están receptivas a cogerla, ya sea porque no lo ven necesario o creen que tienen habilidades suficientes para afrontarlo. Es muy importante respetar este proceso y en qué momento se encuentran.
El apoyo ideal sería aquel que puede ofrecerse desde el inicio de un tratamiento. Es fundamental poder preparar a las pacientes al proceso que van a comenzar, explicarles el proceso emocional que se da en reproducción asistida y sobre todo, porque se sienten así. Muchas de ellas se sienten que esto sólo les está pasando a ellas y es importante que aprendan que su malestar, o cómo están percibiendo esta situación es muy similar al resto de mujeres.
Es un proceso dónde se tienen que gestionar muy bien las expectativas de éxito y de fracaso, trabajar la paciencia en los tiempos de espera y algo básico, la confianza en el equipo médico. Nos vamos a someter un tratamiento médico dónde habrá muchas pruebas y resultados médicos que pueden variar en tiempo y no darse con la rapidez y resultados que esperamos.
El apoyo emocional es muy importante en distintas fases del tratamiento:
El apoyo emocional es fundamental para poder ayudar a gestionar mejor un tratamiento de fertilidad y dar estrategias de cómo poder llevarlo mejor utilizando los recursos que tenemos en nuestra vida y que en este proceso los dejamos en un segundo plano. También ayudamos a los pacientes en tema colaterales como la relación de pareja o las habilidades emocionales de ellos ante las diversas situaciones que se dan.
Pregunta: ¿Pesa mucho sobre la relación de pareja la infertilidad?
Respuesta: La noticia impacta en los dos miembros de la pareja, aunque físicamente afecte generalmente más al miembro femenino. En estos casos, y especialmente cuando el origen del problema es solo de uno, la relación de pareja debe cuidarse especialmente. El formar una familia es un proyecto común, de un equipo y ante las situaciones que no esperábamos, es normal que ambos miembros no sepan gestionar este carrusel de emociones. Es muy importante que se tenga bien asentada las bases de comunicación, apoyo, empatía… Cuando es uno de los dos quien puede dificultar ser padres es muy normal que aparezcan sentimientos de culpa o que no es suficiente para la otra persona. Es muy importante la comunicación en este proceso. El poder expresar lo que sentimos o cómo nos afecta en cada momento es crucial para que la pareja no se vea dañada. Muy importante no olvidarse de nuestro rol de pareja, seguir teniendo momentos juntos y sentir que tenemos esos momentos de escape con nuestra pareja en estos momentos duros.
Pregunta: ¿Qué consejo le darías a una mujer o una pareja a la que acaban de diagnosticar infertilidad y que va a comenzar un tratamiento de reproducción asistida?
Respuesta: Les aconsejaría tener confianza. Ninguna pareja o mujer ha deseado reproducirse en reproducción asistida ni es algo que hayan elegido, por eso tenemos que aceptar pedir ayuda. Muy importante confiar en el equipo médico que nos van a ayudar y confiar en nuestro cuerpo, que,
aunque no haya podido responder de forma natural, la medicina puede ayudar a ello.
Muchas de las pacientes, ante la pérdida de control y ante la necesidad de tener respuestas a lo desconocido, buscan reiteradamente casos o testimonios en internet que les haga
tener una percepción de que “todo va a ir bien”. Esto es un error porque, aunque encontremos un
reforzador positivo a corto medio plazo, nos retroalimentar negativamente. Cada mujer es distinta y
cada tratamiento afecta a la mujer de forma distinta, por lo que es muy importante preguntar todas esas dudas al equipo médico antes que refugiarnos en casos que no conocemos al 100%.
Recomiendo poder llevar estos procesos con ayuda emocional. Visitar la unidad de psicología es
importante para poder gestionar todos esos procesos y habilidades emocionales para que nos afecten
lo menos posible.
Hablamos con el doctor Joaquín Llácer, ginecólogo especialista en reproducción asistida y director médico de Ginefiv, sobre los aspectos sociales y éticos del uso de técnicas de reproducción asistida, temáticas que surgieron cuando se empezó a investigar en esta área, y tras el nacimiento de la primera bebé nacida gracias a estas técnicas, en 1978. El creador de la fecundación in vitro, Robert Edwards, fue reconocido con el Premio Nobel de Medicina en 2010.
En España, en 2006 se publicó la Ley de Reproducción Asistida, que regula la práctica de los distintos tratamientos, la actuación de los profesionales sanitarios y contempla todos los posibles casos, adaptándose a los avances y descubrimientos científicos, para que todas las personas puedan hacer uso de estas técnicas de manera legal. Esta ley es de las más completas y permisivas de la Unión Europea, recoge los requisitos y necesidades para someterse a un tratamiento, pero no establece una edad límite, aunque las clínicas de fertilidad la sitúan sobre los 50 años en la mujer, que suele coincidir con el inicio de la menopausia.
La Comunidad de Madrid ha ampliado recientemente la edad a la que una mujer se puede someter a un tratamiento de fertilidad, situándola en los 45 años en mujeres y 55 en hombres; en Galicia los tratamientos de fertilidad se realizan hasta los 43 años y en Asturias hasta los 42, pero el resto de las comunidades siguen los criterios del Ministerio de Sanidad, limitándola a los 40 años.
La edad es uno de los principales dilemas a los que se enfrentan los especialistas, indica el doctor Llácer, ya que hay mujeres que acuden a las clínicas con más de 50 e incluso 60 años. La ley es explícita en cuanto a que las técnicas de reproducción asistida se realizarán únicamente cuando haya posibilidades razonables de éxito y no supongan ningún riesgo grave para la salud física o psíquica de la mujer, que tiene que haber sido informada previamente
El otro día estaba tomando café con un grupo de amigas y vino también la prima de una de ellas. Quería saber nuestra opinión sobre la congelación de óvulos y puso sobre la mesa un tema que yo creía más que superado, pero algunos bulos son difíciles de parar: ¿hay relación entre la estimulación ovárica y el cáncer?, preguntó. Nos dijo que consultó a su ginecóloga y que le dijo que no había riesgo, pero que, aun así, como había oído hablar del tema, le daba miedo.
Ella tiene 30 años, por ahora no tiene la intención de ser madre, pero no descarta serlo en un futuro, por lo que se está planteando preservar su fertilidad. Ella tiene toda la información, algunas de sus amigas han sido madres a través de la fecundación in vitro, y, como nos dijo, ha consultado con su ginecóloga, pero se fía más de lo que oye por ahí que de la evidencia científica… Y claro, yo me pregunto, ¿cuántas chicas habrá como ella? Chicas que saben que quieren ser madres en un futuro pero que tienen miedo a congelar sus óvulos por habladurías sin fundamento…
Hay varios estudios en los que se evalúa si la estimulación ovárica aumenta el riesgo de desarrollar un cáncer ginecológico (de mama, endometrio, ovario y cuello uterino). Ya sabemos que esta estimulación es necesaria para realizar tratamientos de reproducción asistida, ya sea para la congelación de óvulos como para someterse a una fecundación in vitro. Todos ellos coinciden en que no hay vinculación entre estimulación ovárica y cáncer.
Investigando un poco por internet he encontrado bastante información al respecto, y todo lo que he leído llega a la misma conclusión, los tratamientos de fertilidad no aumentan las posibilidades de desarrollar un cáncer ginecológico. Ya sé que vais a decirme que internet no es un buen sitio para buscar información, y menos médica, lo cual es cierto en parte; en Internet hay mucha información errónea, pero hay que saber buscar, y sólo hay que fiarse de fuentes médicas acreditadas, y eso he hecho. En este artículo, publicado en la web de la Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica (ASCO por sus siglas en inglés), se resumen, en un lenguaje cercano, los estudios que se han hecho al respecto, resolviendo todas las dudas que puedan surgir sobre la vinculación entre tratamientos de fertilidad y cáncer.
En primer lugar, hay que recordar que muchos cánceres ginecológicos están vinculados con las hormonas, de ahí que el bulo se haya extendido como la pólvora, pero esto no quiere decir que la estimulación ovárica sea la causante de la aparición de un tumor. Tampoco hay evidencias que indiquen que las mujeres que han pasado un cáncer de mama y que reciben estimulación ovárica para intentar quedarse embarazadas tengan más riesgo de que se reproduzca el tumor[1].
Sobre lo que si hay estudios es sobre la posible vinculación entre infertilidad y cáncer, ya que muchas de las enfermedades subyacentes que causan esta infertilidad pueden aumentar el riesgo de desarrollar un tumor[2].
Sabéis lo insistente que soy con la información; cuanto más conocimiento y más datos tengamos podremos tomar mejores decisiones, y esto es especialmente importante en el caso de la salud. Por eso me cuesta entender que en 2023 haya mujeres que tomen decisiones que van a condicionar, y mucho, su vida, basándose en cosas que “oyen por ahí.”
Recordad, ante la duda, lo mejor es siempre consultar con un profesional sanitario, que nos informará, desinteresadamente, de los posibles riesgos de someternos a cualquier tipo de intervención, con datos fiables y basándose en la evidencia científica. Y, por si a alguien le queda alguna duda, la congelación de óvulos no disminuye la fertilidad, ni la reserva de óvulos ni adelanta la menopausia, ya que es un procedimiento por el que se recogen los óvulos que se perderían en una menstruación, de ahí la importancia de hacerlo antes de los 35 años, porque la calidad de estos disminuye a partir de esa edad, pero esto ya os lo sabéis…
[1] https://www.cancer.org.au/clinical-guidelines/cancer-fertility-preservation/options-for-treatment/ovarian-stimulation
[2] https://med.stanford.edu/content/dam/sm/urology/JJimages/publications/Risk-of-cancer-in-infertile-women-analysis-of-us-claims-data.pdf