Prevenir la Infertilidad sobrevenida por un cáncer

Mujer diagnostica con cáncer“Esas son cosas que le pasan a los demás… hasta que te pasan a ti”. Seguro que esta frase se te ha venido a la cabeza en algún momento de tu vida en el que te ha ocurrido algo que jamás pensarías que te pudiera pasar a ti, o lo has visto a tu alrededor. Sobre todo, cuando se trata de enfermedades.

La historia de Ángel y Marita

El otro día me llamó un amigo, para decirme que a su mujer le habían detectado un cáncer. Me quedé de palo. El último recuerdo que tenía de Marita era en la boda de una amiga común, hacía un año. ¡Pero si estaba perfectamente!! Ya os podéis imaginar mi reacción. Lo típico, “Ángel, no te preocupes, ahora hay muchos tratamientos y la mayoría de la gente sale adelante, ya verás como Marita reacciona bien y acaba pasando el trance”. Y es verdad. Ya sabemos que la quimioterapia es muy efectiva en la mayoría de los casos. Lo que ocurre es que este tipo de fármacos, a menudo, dañan los óvulos. Una mujer que recibe un tratamiento de quimioterapia está recibiendo vida, pero también sabe que tiene este tipo de efectos secundarios que reducen, e incluso, provocan la infertilidad.

Después del impacto que me causó la noticia que me daba Ángel, esto es lo primero que se me vino a la cabeza. Ellos todavía no tienen hijos. Son jóvenes y decidieron darse un tiempo para disfrutar de la vida sin ataduras. Ya sabemos que los hijos son una bendición, pero cambian la vida de la pareja por completo. Francamente, no me atreví a decir nada porque si a mí se me había ocurrido pensar en esto, a ellos también, y no era el momento de echar leña al fuego.

Pero, ante mi sorpresa y para mi mayor alegría, fue Ángel el que sacó el tema a colación. “¿Sabes una cosa Alicia? No todo iban a ser malas noticias. Hemos sido precavidos, así que antes de que Marita comenzara a recibir el tratamiento de quimioterapia, hemos tenido la precaución de congelar sus óvulos. Ahora mismo estamos centrados en lo fundamental, que es la salud de Marita. Pero no queremos renunciar a la posibilidad de formar una familia cuando ella se recupere”.

¡Menuda alegría me llevé al escucharlo! Afortunadamente, cada vez son más las parejas- o las mujeres en su caso- que prevén esta posibilidad. Algo que hace tan solo unos años era impensable. Primero, porque no había información. Y segundo, porque era un tema tabú. Se consideraba una frivolidad. ¡Pero cómo vamos a pensar en congelar óvulos cuando lo urgente es salvar la vida de una mujer! Hoy en día, la cosa ha cambiado para mejor, porque la mentalidad va cambiando. “Salvar la vida de una mujer” también engloba pensar en su futuro, siempre que sea posible y las circunstancias lo faciliten- cada caso es cada caso- ¿Por qué una mujer debe renunciar a la posibilidad de ser madre después de un tratamiento de quimio o cualquier otro fármaco que pueda dañar sus óvulos? Yo lo veo como un refuerzo a su salud. Porque la salud debe ser física, pero también emocional. No puede haber mayor alegría que tener la posibilidad de formar una familia tras pasar un duro proceso de cualquier enfermedad.

Como ya os he comentado muchas veces, la ciencia juega a nuestro favor en esto. Porque muchos de los que estáis leyendo esto os preguntaréis, “vale, lo de congelar los óvulos está muy bien, pero lo fundamental es que no entorpezca empezar con la quimio o la radio cuanto antes”. Pues para esto también hay solución. La clave está en obtener el número suficiente de óvulos en un plazo breve de tiempo. Y esto se puede hacer actualmente con una pauta de estimulación ovárica de protocolo corto, de tal modo que este proceso se puede hacer en cualquier momento del ciclo menstrual. Y no dura más de un promedio de 15 días, desde que vas a consulta por vez primera, hasta que se completa la extracción. Y ya estás lista para someterte a la quimio o radio que sea necesaria.

Esto es lo que ha hecho mi amiga Marita. Pregunté a Ángel que si ella estaba nerviosa o preocupada por someterse a este proceso con la perspectiva que tenía por delante. Me dijo que todo lo contrario. Solo pensar en la posibilidad de poder continuar con nuestras vidas si todo salía bien, le daba un plus de ánimo. Marita se sintió con más ganas aún de salir adelante.

Bueno, la llamada de mi amigo sobre las noticias de Marita comenzó dejándome en estado de shock, pero, al terminar, me sentí llena de alegría y de esperanza al constatar que, a pesar de la adversidad, la ciencia está de nuestro lado, no solo ante una enfermedad, sino también para ayudarnos a que nuestra vida continúe después de la mejor manera posible. ¿Y qué mejor que tener la oportunidad de ser madre? ¡Ánimo, Marita!

¡Dile a tu hijo que es tu felicidad!

¡Dile a tu hijo que es tu felicidad!

¡Madre mía que ya estamos con los turrones encima! Este año ha pasado volando. Ya estamos mucho mejor con respecto a la pandemia y, parece que no, pero a todos nos ha marcado un antes y un después. La Navidad es el momento del año en que queremos demostrar a los demás que los queremos y que significan mucho en nuestra vida.

Os lo comento porque hoy he leído un artículo muy bonito sobre una mujer británica que le ha dicho a su hijo Tom- que tiene 12 años- que es fruto de sus óvulos previamente congelados. Al principio me ha parecido un poco fuerte. ¿Por qué saca esta mujer esa conversación? ¿Por qué se lo dice a su hijo? Margaret, la madre que os cuento, explica que cuando ve a Tom agradece la decisión que tomó al congelar sus óvulos. Cuenta que de pequeña le gustaba jugar a ser madre, pero siempre era una niña un poco enfermiza. Nada grave, pero siempre con una cierta debilidad. De las niñas que en el cole pillan todo y al final están más tiempo en casa que en clase. Así que cuando tuvo tiempo de decidir, pensó que no quería que esta ‘facilidad para pillar virus’ pudiera afectarle a la hora de tener hijos. Con 25 años congeló sus óvulos, en un momento en el que estaba sana y fuerte.

Margaret cuenta que fue pasar la adolescencia y fortalecerse su salud, pero como digo, no se fiaba mucho de ella misma. Con 30 años decidió ser madre soltera. Descongeló sus óvulos, pasó por un proceso de inseminación y meses después vino Tom. Margaret dice que su hijo es su mayor felicidad, así que ha decido darle este regalo de Navidad tan especial: decirle que gracias a que tomó la decisión adecuada, para ella es Navidad todo el año.

¡Qué relato tan bonito! No he podido evitar emocionarme. ¿No os parece maravilloso? ¡Feliz Navidad!

Y ahora… ¡El embarazo!

Y ahora... ¡El embarazo!

El otro día quedé con mi amiga Katy a la salida del trabajo. Hace tiempo que no nos vemos porque anda muy liada, entre otras cosas, porque tiene una niña, Alba, que tiene 5 añitos. Ya sabemos lo que es eso: ¡correr todo el día de un lado para otro! Pero Katy está feliz con ‘tanta carrera’. Ella tuvo a Alba gracias a que había congelado sus óvulos antes. Le diagnosticaron un tumor, así que antes de pasar por el tratamiento, tuvo tiempo para preservar sus óvulos. Hoy, disfruta de la vida y de su hija.

Quedamos en el parque que hay debajo de su casa. Y mientras veíamos cómo jugaba Alba con otros niños, no pude contenerme. Le dije que sí, que ya sé cosas sobre el tema de la congelación de óvulos, pero no me había planteado la cuestión del embarazo. “Oye, Katy: ¿En qué se diferencia un embarazo natural de uno a partir de óvulos congelados?” A Katy se le puso cara de ‘emoticono sorprendido’ y luego de ‘emoticono muerto de risa’. “¿Qué pasa?, ¿Por qué te sorprendes y te ríes?”, le dije.

“A ver, Alicia, porque los 2 embarazos son ‘naturales’ como tú los llamas. No existe diferencia entre un embarazo con óvulos frescos y uno logrado con ovocitos congelados. Te lo confirmo yo, con mi experiencia, y un montón de publicaciones científicas que puedes encontrar en Internet”.

¡Es verdad! ¡Qué pregunta más tonta! Ahora, a la que se le puso cara de ‘emoticono tonto’ fue a mí. La cosa está en que una vez recuperados los óvulos congelados para ser madre con ellos, hay que pasar por un proceso de reproducción asistida. Es decir, se descongelan lo óvulos, se inseminan con el semen de tu pareja o de algún donante y, una vez fecundados, se depositan los embriones en el útero. Las posibilidades de éxito están relacionadas con la edad de la mujer que congeló los óvulos. No de que los óvulos hayan sido previamente congelados.

“Mira, Alicia”, me dijo Katy. “Debes tener claro que la naturaleza nos ha puesto un tope a las mujeres para ser madres y que no tiene nada que ver con la vida que llevamos. Si tienes claro que en algún momento te gustaría tener hijos pero consideras que ahora no es tu momento, te recomiendo la vitrificación de tus óvulos. A mi me ha ofrecido la oportunidad de tener a Alba. Si no lo hubiera hecho, quizá tras el tratamiento contra el cáncer habría sido prácticamente imposible. El tratamiento me dio la vida… y la vida sin Alba ya no la concibo”.

Ser padres después de superar el cáncer

Ser padres después de superar el cáncer

¿Ser padres después de superar el cáncer? Cuando nos enfrentamos a él, todas nuestras fuerzas se dirigen a superarlo con éxito, por supuesto que sí, pero ello no tiene por qué suponer una traba para pensar en el futuro.

Aquí estoy de nuevo, amigos. Compartiendo mis reflexiones sobre la familia, la maternidad y las posibilidades que nos ofrece la tecnología para que decisiones tan importantes como esta no estén condicionadas por factores que no podemos controlar.

Digo esto al hilo del caso de una pareja amiga mía que está pasando por un momento muy complicado. Alfonso está luchando contra el cáncer desde hace algunos meses. Afortunadamente, su coraje y los tratamientos están surtiendo efecto positivo, pero qué duda cabe que una situación de esta magnitud nos hace reflexionar sobre cosas que, hasta ahora, no estaban en nuestros planes.

Este es el caso de Alfonso y Sandra, como os comento, unos buenos amigos que han visto cómo su vida ha cambiado de forma drástica y, además, en un momento en el que estaban planteándose ser padres.

Y es que cuando nos enfrentamos a una enfermedad como el cáncer, todas nuestras fuerzas se dirigen a superarlo con éxito, por supuesto que sí, pero ello no tiene por qué suponer una traba para pensar en el futuro. Es más, creo que debemos hacerlo como medida terapéutica para nuestra recuperación.

Después de los primeros momentos, Alfonso y también Sandra, se están resituando en su vida. Gracias a que todo está fluyendo bien, han vuelto a hablar de lo maravilloso que sería formar una familia juntos. Pero evidentemente, ahora no es el momento. Ni tampoco saben cuándo podrán realizar su sueño. Dependerá de la evolución de Alfonso. Cuando me lo comentaron, sentí cierta desolación en sus palabras porque es una posibilidad que contemplan muy lejana y a veces, hasta poco probable.

Así que se me ocurrió decirles que ando investigando sobre las posibilidades que ofrece la vitrificación de óvulos. Al principio, me miraron con sorpresa porque no se lo habían planteado, ni siquiera habían leído sobre ello. Era un tema que no suscitaba su interés. Pero me hizo mucha ilusión ser útil para mis amigos en este momento y les ofrecí la información que he recopilado hasta ahora.

Les dije que la congelación de óvulos es una técnica sencilla y cómoda. Un factor que siempre es importante, pero para nuestra amiga Sandra, es mucho más relevante porque ahora más que nunca, sus fuerzas están puestas en ayudar a Alfonso. Lo último que podría pensar es en involucrarse en un proceso complicado que añadiera más estrés a la difícil situación por la que están atravesando. Así que este primer factor suscitó su interés en seguir informándose sobre este proceso.

A pesar de esta ventaja, a Sandra y Alfonso les suscita cierta suspicacia el que pueden estar congelados los óvulos y cómo serán las condiciones en las que se han mantenido cuando ellos puedan ser padres. Les comenté que el estado de conservación es óptimo en todo momento, porque se preservan con ‘toda su juventud’. Es decir, que, aunque Sandra cumpla años, sus óvulos mantendrán la edad que tenían cuando fueron congelados. Ahora tiene 31 años, una edad fantástica para someterse a este proceso.

Este aspecto ha sido muy tranquilizador para ellos, porque, al margen de tener que esperar a que Alfonso esté plenamente restablecido, ellos no quieren estar condicionados por el factor tiempo inmediatamente después del tratamiento de él. Ambos quieren estar seguros de que el momento elegido será bueno para los dos, a nivel clínico, mental e incluso, laboral. Porque si algo quieren tener claro, es que formar una familia no sea una ‘obligación’ porque se pasa el tiempo, porque los óvulos presentarán otras condiciones o porque teman una posible recaída de Alfonso.

Después de comentarles todos estos factores me sentí muy reconfortada porque me di cuenta que les había llevado un soplo de tranquilidad y de alegría. ¡Qué bueno ser útil para mis amigos en un momento tan complicado! Cuando prácticamente habían desechado la posibilidad de ser padres, entre otras cosas, porque les da miedo pensar en el futuro.

Allí les dejé planificando ese momento tan hermoso, como es el de formar una familia y hacerlo cuando ambos estén preparados les ha llenado de ilusión. Sin duda, la tecnología está jugando una gran baza en su favor. Y la congelación de óvulos es una de ellas. Otra más.

Hasta pronto. Alicia.

Preservar la fertilidad tras un diagnóstico de cáncer

Cáncer y preservación de la fertilidad

Según la Asociación Española Contra el Cáncer, cerca de un 42% de las mujeres que han recibido quimioterapia y/o radioterapia desarrollan problemas en la función ovárica antes de cumplir los 30 años lo que dificulta la posibilidad de tener hijos. Por esto, es recomendable preservar la fertilidad tras un diagnóstico de cáncer, para mantener óvulos sanos congelados y usarlos una vez terminados los tratamientos contra el tumor.

Una de las preguntas más frecuentes que escucha un oncólogo es sobre preservar la fertilidad tras un diagnóstico de cáncer. En nuestro último post, hablábamos sobre el caso de Lourdes, una chica que decidió preservar su fertilidad antes de pasar por quirófano. Investigando sobre otros casos en los que se aconseja vitrificar, vemos que se recomienda realizarlo también con determinados tipos de cáncer. Si estás pasando por esa delicada situación, quizá te interese saber que, en algunos casos, puedes preservar la fertilidad antes de comenzar con la quimioterapia, como nos explica en esta entrevista el doctor Luis Rodríguez Tabernero, jefe de la unidad de reproducción humana asistida del Hospital Clínico Universitario de Valladolid

Según la Asociación Española Contra el Cáncer, se calcula que un 42% de las mujeres que han recibido quimioterapia y/o radioterapia desarrollan problemas en la función ovárica antes de cumplir los 30 años lo que dificulta la posibilidad de tener hijos.

La reducción de fertilidad es variable según los casos, y puede ir desde la menopausia precoz, a la disminución de la reserva ovárica. Cada mujer responde de una manera diferente a las medicaciones y tratamientos contra el cáncer. De hecho, ocurre en ocasiones, que una mujer es madre tras haber tenido esta enfermedad cuando era joven sin tener para ello problemas de fertilidad. Por eso es importante que un especialista valore cada caso en particular.

¿En qué casos es posible preservar la fertilidad?

Lo que está claro, es que cada vez se trabaja más en la preservación de la fertilidad de aquellas mujeres que pasan por un cáncer. A veces hay poco tiempo, porque lógicamente lo primero es tratar el tumor, pero en otras ocasiones existe un margen de maniobra con el que los profesionales médicos pueden contar para intentar, antes de pasar por la medicación y la quimioterapia/radioterapia, abrir esa ventana a la futura fertilidad de la mujer.

Lo que es importante, y según nos cuenta la Sociedad Española de la Fertilidad en su informe Documento de recomendaciones para la preservación de la fertilidad en pacientes con cáncer de mama, es que estos tratamientos sólo deben hacerse en el caso de que exista un equipo multidisciplinar, que incluya oncólogo, cirujano, ginecólogo… y que todos ellos estén de acuerdo en que se puede realizar con seguridad.

En lo que todos los profesionales coinciden, es que esta técnica, no está indicada para todas las edades ni para todos los tipos de tumores. Por ejemplo, si en los casos de cáncer de mama conocido como “hormonodependiente”, es probable que te desaconsejen vitrificar los óvulos, porque el tratamiento de fertilidad, como sabes, lleva hormonas.

Es importante que el oncólogo de su visto bueno al procedimiento, y tendrá en cuenta muchas cosas: el tipo de tumor, la fase en la que se encuentra, la agresividad… Otro factor determinante es la edad de la paciente: según la AECC, el rango de edad del programa de preservación de la fertilidad en mujeres que se van a someter a terapias contra el cáncer se sitúa entre los 11 y los 39 años.

¿Qué opciones existen para preservar la fertilidad en estos casos?

La vía que más se utiliza en los casos de preserva de fertilidad, es la vitrificación de ovocitos, ya que es la más exitosa hasta el momento, aunque también existe la congelación de tejido ovárico, que por el momento continúa siendo experimental y debe realizarse solo en centros de reconocida experiencia.

Si estás leyendo esto y eres una de esas mujeres que sí puede preservar su fertilidad antes de comenzar con tu tratamiento, no tengas miedo: tanto las técnicas como los procedimientos actuales son muy seguros, y además contamos con los mejores profesionales: nuestro país es uno de los mejores del mundo en cuanto a técnicas de reproducción asistida. Te deseamos muchísima suerte, y ojalá que, si tu deseo es el ser madre, lo puedas cumplir.

Documentación consultada:

https://www.aecc.es/es

http://gesdoc.isciii.es/gesdoccontroller?action=download&id=22/01/2019-ab7c1e0f31

https://www.sefertilidad.net/docs/grupos/preservacion/Preservacion-Fertilidad-y-cancer-mama.pdf

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