La preservación de la fertilidad

La doctora Ana Polo Ramos, directora del programa de Reproducción Asistida de la Fundació Puigvert – Hospital de Sant Pau de Barcelona, explica en este video como se realiza la preservación de la fertilidad

En la European Fertility Week, celebrada la primera semana de noviembre desde 2016, hablamos con la doctora Ana Polo Ramos, directora del programa de Reproducción Asistida de la Fundació Puigvert – Hospital de Sant Pau de Barcelona, que nos explicó en que consiste la congelación de óvulos para preservar la fertilidad.

La edad media de las madres españolas está por encima de los 32 años; cada vez son más las mujeres que retrasan su maternidad, ya sea por motivos laborales, sociales o personales. Para ellas, la preservación de la fertilidad es una oportunidad para poder ser madres cuando ellas decidan, ya que las probabilidades de lograr un embarazo dependerán de la edad a la que congeló sus óvulos, no la edad a la que se queda embarazada.

¿Sabemos en qué consiste la preservación de la fertilidad? ¿Es un proceso doloroso?

La congelación de óvulos comienza con un tratamiento hormonal, mediante una serie de inyecciones en el vientre o parte anterior del muslo, que la paciente se puede poner en casa, para estimular los ovarios y que fabriquen unos 10/15 folículos. Este proceso dura unos 10 días aproximadamente, tiempo suficiente para que ya haya un óvulo maduro. Posteriormente, en un procedimiento quirúrgico sencillo realizado con anestesia, se lleva a cabo la punción ovárica, para extraer el líquido folicular y de ahí extraer los ovocitos para su posterior congelación.

¿Qué se hace con los óvulos que no utilizamos?

La Ley sobre técnicas de reproducción humana asistida[1] establece que los óvulos que la mujer no utilice podrán donarse a otras mujeres o parejas, se pueden ceder a la investigación, o cesar su conservación, siempre bajo las condiciones legales vigentes.

[1] BOE-A-2006-9292 Ley 14/2006, de 26 de mayo, sobre técnicas de reproducción humana asistida.

 

La congelación de óvulos ayuda a nuestra salud mental

La congelación de óvulos ayuda a nuestra salud mental

25 millones de europeos se encuentran con problemas de infertilidad, en muchas ocasiones debidos a la edad a la que buscan un embarazo. La congelación de óvulos ayuda a nuestra salud mental ya que ofrece la tranquilidad de usarlos cuando sea el momento adecuado.

Imagino que el título de mis reflexiones de este mes te ‘choca’ un poco, aunque creo que a estas alturas a nadie le sorprende que la congelación de óvulos ayude a nuestra salud mental. Te cuento. Brujuleando por Internet me encuentro con que este mes se celebra la #EuropeanFertilityWeek. ¡No tenía ni idea de que existiera! Lógico, hasta que no te interesas por un tema, tus ojos no se paran en determinadas informaciones. Bueno, el caso es que se celebra desde 2016 con el objetivo de concienciar sobre la infertilidad y los problemas a los que se enfrentan las personas con infertilidad. Y lo primero que llama mi atención es esta frase “el viaje de la infertilidad es tanto un desafío físico como mental”. Para 25 millones de europeos puede ser un camino tortuoso lleno de obstáculos, un camino que no siempre es tan sencillo como debería y no siempre termina bien. No había caído en ello, pero es verdad. Lo que me lleva a pensar otra cosa. Cuando la ‘cabeza’ entra en juego, estamos ya en temas que tienen que ver con la salud mental.

Frente a esta realidad, tengo la sensación de que el tema de tener hijos se sigue considerando como una decisión en la que, si la naturaleza no ayuda, pues no hay más remedio que aguantarse y asumirlo. Bueno, algo de esto es cierto. Las obsesiones nunca traen nada bueno. Pero también pienso que, en muchos casos, la falta de información y la ausencia de una educación desde la adolescencia sobre estos temas, constituye buena parte de un problema que podría dejar de serlo para muchas personas. Ya sabemos que la infertilidad tiene que ver con muchos factores, algunos relacionados con la edad y la falta de planificación previa de la mujer. Sí, digo de la mujer, porque somos nosotras las que tenemos ese dichoso reloj biológico. Nos guste o no, es la realidad.

Me pregunto cuántos de estos 25 millones de personas podrían haber solucionado su infertilidad si hubieran estado mejor informados de tratamientos como el de la congelación de óvulos. Creo que en los colegios debería introducirse este tema como uno más dentro de la educación sexual, porque con información, se toman mejores decisiones. Muchas chicas se enfrentarían a la vida de otra manera, sin esa presión en su cabeza al verse obligadas a escoger entre su vida profesional y su posibilidad de ser madre. Qué diferente sería para muchas de ellas saber que la edad para ser madres no es ya un condicionante si tomamos medidas tan fáciles como acudir a un centro especializado en estos procesos donde les van a informar con profesionalidad y las van a acompañar en este camino con todo el cariño del mundo. Y más cuando ya sabemos que se trata de un proceso indoloro, rápido y fácil que no condiciona para nada ser madre de manera tradicional o incluso, optar por no serlo.

¡Qué fácil y cuántas personas podrían ser mucho más felices!

¿Cuántos óvulos debes congelar si quieres ser madre más adelante?

¿Cuántos óvulos debo congelar?

Una de las principales dudas de una mujer cuando se plantea la preservación de la fertilidad es “¿cuántos óvulos debes congelar si quieres ser madre más adelante?” ¡Hoy resolvemos esa duda!

Seguimos hablando de Micaela, la amiga de mi hermana Carmen, la que tiene un niño porque un día tomó la decisión de congelar sus óvulos. Si no te acuerdas, lee este post donde te cuento la historia de Micaela y Rubén- otra historia de amor de madre que comenzó con una buena decisión, la congelación de óvulos. Como soy tan ‘preguntona’, aprovechando que hemos coincidido en el cumpleaños de mi hermana, le pedí que me contara más cosas sobre la congelación de óvulos. Lo primero que me saltó a la cabeza fue ¿cuántos óvulos debo congelar si quiero ser madre más adelante?”. Le dije que me estoy informando y que conozco varios casos a mi alrededor de mujeres que han decidido su momento adecuado para ser madres.

Según me comentó Micaela, una de las cosas que comprobaron cuando ella pasó por este proceso fue su nivel de fertilidad. Ella me confirmó lo que ya sabemos, que lo ideal es ser menor de 35 años porque probablemente, la reserva ovárica será mayor. Me dijo también que hay un registro de la Sociedad Española de Fertilidad con mucha información interesante sobre preservación de la fertilidad.

¡No tenía ni idea de que existiera este registro! ¡Me parece genial! Esto es un plus más de garantía y seguridad detrás de nuestra decisión de congelar nuestros óvulos. Lo digo para los que todavía piensan que esto es ‘cosa de magia’. De magia nada, ciencia, ciencia y ciencia a favor de la libertad de las mujeres. ¡Me encanta!

Micaela me comentó que, normalmente, en el proceso de congelación se suelen obtener entre 8 y 10 óvulos. Así que, siempre es recomendable pasar por 2 o 3 ciclos. Ella pasó por 2 ciclos para asegurarse bien. Sin embargo, no es imprescindible, si no quieres o no puedes. Como me dijo Micaela: “Siempre es mucho mejor tener, aunque sea un óvulo congelado que no tener ninguno, y cuanto antes te decidas, conservarás los mejores y de mayor calidad”.

En su caso, la prueba la tenemos en Rubén. Un niño precioso y feliz, que ha hecho realidad el sueño de Micaela: ser madre cuando ella ha elegido su mejor momento.

¡Buff! ¡Aquí hay mucho que preguntar todavía! Pues nada, siempre tendremos a Micaela para que nos solucione todas nuestras dudas.

 

 

 

 

Una familia monoparental como proyecto de vida gracias a la ciencia

La ciencia hace posible que una mujer pueda formar una familia monoparental como proyecto de vida, y la ciencia ayuda además a que la mujer, mediante la congelación de óvulos, decida cuál es el momento en que quiere ser madre sin estar pendiente del reloj biológico.

Hoy me gustaría hablar de la idea de una familia monoparental como proyecto de vida, algo que es posible gracias a la ciencia. Cada vez tengo más claro que las mujeres que deciden congelar sus óvulos son mujeres de las que se puede aprender mucho. Demuestran estar seguras de sí mismas y toman decisiones después de valorar bien pros y contras. Son mujeres con alta capacidad para liderar su propia vida. ¡Todo un ejemplo!”.

Esto estaba comentando mi hermana Carmen al hilo de su amiga Micaela, que tiene un niño de 6 años y lo tuvo gracias a que utilizó los óvulos que previamente había congelado, como unos 5 años antes o así. Rubén, que así se llama el pequeñín, es un niño feliz porque tiene lo principal: una madre entregada que tuvo visión de futuro y supo hacer las cosas bien.

Os cuento. Micaela fue siempre una chica especial. Nunca quiso tener ‘una pareja porque sí’. Por un ‘es que se te pasa la edad’. Por un ‘a ver si al final te vas a quedar sola por ser tan especial’. Mi hermana Carmen me comentaba que siempre fue así desde que eran pequeñas. Así que cuando un día decidió congelar sus óvulos por si acaso quería formar una familia monoparental, la verdad es que a su familia no le sorprendió. Es de esas decisiones que se catalogan como ‘de mujeres valientes y seguras que tienen las ideas superclaras’. Bueno, pues sí…Y no.

Micaela, como todo el mundo, es también vulnerable y también tiene miedos. La diferencia es que ella se asesoró muy bien antes de dar el paso. Acudió a una clínica especializada en este tipo de procesos. Según me cuenta mi hermana Carmen, lo que terminó de decidir a Micaela, no solo fue comprobar lo sencillo, rápido e indoloro que es el proceso- es que ni siquiera interrumpe tu vida normal- sino el acompañamiento humano que recibió en todo momento.

En esta clínica especializada en congelación de óvulos le explicaron que sí, que formar una familia monoparental es un reto porque te cambia la vida, pero que el poder de adaptación del ser humano es tal, que ‘si se quiere, se puede’. Y hay otro factor todavía más importante que la ayudó a decidirse, que es precisamente eso, la posibilidad de congelar sus óvulos en una edad estupenda (entonces Micaela tenía 29 años). Este factor le daría tiempo para pensar bien lo que quería hacer en un futuro. Una decisión que no la obligaba a ser madre si finalmente no se decidía. Una decisión que, incluso, podía beneficiarla si cambiaban sus planes de formar una familia tradicional, o ¿acaso no podía utilizar estos óvulos para inseminarlos con su supuesta pareja en el momento que ellos decidieran?

Micaela salió de esta primera consulta con todas estas ideas en la cabeza y con una sensación de seguridad y tranquilidad que era ese plus que le faltaba para decidirse. Unos días después pidió cita en esa clínica para comenzar el proceso de congelación de sus óvulos. Hoy, años después, es la mamá de Rubén. Un niño que ha traído toda la felicidad del mundo a su madre que lo tuvo porque en su día tuvo la certeza de que hacía lo correcto. Y, lo mejor, acompañada en todo momento por profesionales que se lo hicieron fácil. Porque es así de sencillo.

Preservar la fertilidad para no renunciar a la maternidad

Me elijo siempre a mi

Muchas mujeres quieren ser madres, pero no encuentran el momento, por lo que preservar la fertilidad congelando los óvulos es una opción para no renunciar a una maternidad futura, en el momento más adecuado.

No sé si os he comentado que estudié el último año del Bachiller en Estados Unidos. Estuve con una familia con la que mantengo una relación estupenda. De hecho, parte de mis vacaciones de este año las he pasado con ellos. Mi hermana americana, Shamay, es enfermera. Tiene 27 años y este año ha congelado sus óvulos. Ella siempre ha querido ser madre. Desde pequeñita jugaba a serlo. Por eso me sorprendía que todavía no lo fuera, pero me contó que había decidido preservar la fertilidad para no renunciar a la maternidad. Le pregunté que por qué se había animado a congelar sus óvulos en vez de lanzarse ya a por el bebé.

Shamay me dijo que sigue teniendo ese sueño igual que cuando era niña, pero que siente que no ha encontrado a la pareja adecuada. Yo le dije: “A ver, Shamay, tienes que elegir por ti y tu vida”. Pero ella es muy ‘cabezona’ y para ser madre quiere contar con una pareja y formar una familia. Es más, me confesó que había llegado a obsesionarse con el tema porque, aunque somos todavía jóvenes, ya se sabe… A nada que te embobes te plantas en los treinta y pico- y el ‘pico’ suele ser cercano a los 40- y las posibilidades de ser madre merman que no veas.

Total, que fue a su médico y le dijo: “Shamay, congela tus óvulos ahora que eres joven. Es un proceso muy sencillo, fácil y seguro. Te va a permitir rescatar esos óvulos- los mejores porque eres joven- cuando realmente aparezca esa pareja que tienes en tus sueños”.

“Fíjate- me dijo- que no lo había pensado siquiera, pero cuando el Dr. Johnson me lo recomendó se abrió ante mí el oasis. Sentí que me despresurizaba”. Efectivamente, me comentó que el proceso es tan sencillo que ni te enteras y que, además, estás acompañada y asesorada en todo momento por especialistas.

Hace 7 meses que congeló sus óvulos y su vida es otra. Ahora ya no piensa en la pareja ideal cuando está conociendo a alguien. “Me había obsesionado tanto, que ya ni disfrutaba porque analizaba todo de la otra persona”. Ahora queda, disfruta, lo pasa bien… Oye, y si no es la pareja que ella considera adecuada, pues guarda un buen recuerdo del momento y a seguir viviendo. “Estoy convencida de que mi pareja ideal llegará para formar esa familia con la que tanto sueño”.

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