El sueño de ser madre comenzó hace 5 años con la congelación de óvulos

Un sueño que comenzó hace cinco años

Para mi amiga Carolina, el sueño de ser madre comenzó hace 5 años con la congelación de óvulos. Preservó su fertilidad cuando tenía 22 años, y con 37 ha sido madre utilizando sus óvulos congelados

Esta mañana hablaba con mi chico sobre el tiempo que ha pasado desde que mi amiga Carolina comenzó a preparar su sueño de ser madre, todo empezó hacer 5 años con la congelación de óvulos. Os cuento. Mi amiga Carol estaba esperando que le concedieran una beca de investigación en Estocolmo en el momento en el que se estaba planteando ser mamá. Y llegó justo en ese mismo momento. La ley de Murphy. Total, que con 32 años y sabiendo que la beca duraba dos años, congeló sus óvulos.

Cuando lo supimos, nos sorprendió a todas. Fue una situación de película. Pero ella lo tenía muy claro, había buscado información y cuando nos lo contó ya tenía cita para su primera consulta. ¡No veas la cara que pusieron sus padres! No daban crédito. Les cayó como un jarro de agua fría. Se iba dos años al extranjero y, además, toma esta decisión. “¿En qué cabeza cabe?”, le dijeron. “Pues en la mía”.

Como no lo entendían, Carol les explicó cuáles eran sus razones. “Es la mejor solución para poder continuar con mi formación sin renunciar a la posibilidad de ser madre en el momento oportuno”, les dijo. También les comentó que el proceso era sencillo y no causaba más molestias que las de la regla. Y, lo fundamental, que los óvulos quedan preservados perfectamente para cuando se decidiera a usarlos. Sus padres se quedaron más tranquilos.

Hoy, 5 años después, son abuelos de Jaime. Dice Carol que están como locos. “No le sueltan ni un minuto”. La vida siempre es bienvenida y para ellos ha sido un regalo.
Carol sabe que tomó la mejor decisión. Fue un gran acierto coger esa beca en Estocolmo, ya que ahora tiene un puesto mejor en su trabajo y ha podido ser madre más tarde. Ahora, con 37 años, solo le toca disfrutar de su bebé. ¡Bienvenido a este bonito mundo, Jaime!

Madre soltera por elección gracias a la congelación de óvulos

Me he llevado una gran alegría

Pasados los 35 o los 40 las madres solteras por elección pueden cumplir su sueño de formar una familia gracias a la congelación de óvulos

Hacía tiempo que quería hablar de las madres solteras por elección, y que lo son gracias a la congelación de óvulos y el fin de semana pasado conocí un caso. Estuve de cañas con unas amigas, habíamos quedado para ir de compras, nuestro objetivo: descubrir una maravillosa tienda vintage de la que habíamos oído hablar pero que ninguna sabíamos dónde estaba. A Marta le habían hablado de los bares y tiendas que había donde se encontraba la tienda, y adivinad qué, contra todo pronóstico… ¡LA ENCONTRAMOS!

Ya solo con encontrar la tienda y tener la oportunidad de pasar (aforo reducido, gracias “nueva normalidad”) te das cuenta de que esconde muchos tesoros muy especiales. Quizá el más maravilloso sea su propietaria, Elena, quien tiene un “no sé qué, qué sé yo” muy top.

Elena tendrá como unos 45 años y es una apasionada de la moda de corte clásico con toques rompedores, muy de los 80´s (os podéis imaginar la de joyitas que tiene en su tienda) y por cosas de la vida, no sé qué fue, que nos caímos bien y nos quedamos hablando con ella dentro de la tienda…

Marta, a quien le preocupa mucho las historias que hay detrás de cada negocio, cada bar y cada tiendecita que persiste abriendo todos los días y se mantiene pese a la pandemia que vivimos, le preguntó a Elena si podía sacar alguna experiencia motivadora de este último año que hemos vivido –¡de locos!, yo no me podía creer cómo de lanzada es esta chica para todo #nofilters-. Pues bien, Elena nos contó que lo mejor de vivir esta situación es haber podido disfrutar más tiempo de calidad con sus hijos Carlos y María, de 6 y 4 años. Nos enseñó unas fotos. Para comérselos. El caso es que yo me sorprendí porque me parecieron un poco pequeños para la edad que yo le había calculado a Rosario. Pero ella misma, como os digo, que es súper abierta, nos contó que había tenido a sus hijos gracias a que decidió congelar sus óvulos 10 años atrás. ¡OMG, no me lo podía creer, si si, como os lo cuento!

Aunque parezca que con esto del rollo vintage está en otra película, cuando nos contó su historia maternal, nos dimos cuenta de que no, todo lo contrario. Gracias a que es una mujer de mundo, estaba muy bien informada y en a la edad en la que las mujeres somos más fértiles ella veía que tenía otras prioridades, inquietudes y sueños que cumplir, decidió que la congelación de óvulos le prestaba toda la tranquilidad del mundo para ir dando los pasos que necesitara, cuando estuviese preparada. Ella nos contó que le gustaba mucho el mundo de la noche, los viajes y amanecer cada día sin saber que aventuras la esperaban. Nos confesó que cuando era más joven tenía claro que quería ser madre en algún momento, pero que entonces no se lo planteaba ni de broma, que no estaba dispuesta a dejar otros sueños de lado. Así que preservó su fertilidad.

Unos años después decidió ser madre soltera. Recuperó sus óvulos y pudo hacer su sueño realidad. Tal y como le aseguraron en su día, los óvulos reunían las condiciones perfectas para ser madre puesto que los había congelado antes de los 35 años. Rosario nos contó que el proceso fue muy sencillo. Nos decía riéndose que al principio iba un poco perdida. “Ya sabéis, de eso que empiezas a entrar en bucle y emparanoiarte pensando, ¿aguantarán para cuando por fin llegue el día en el que quiera sentar la cabeza? ¡Para nada!” Tras la primera consulta, Elena se quedó súper tranquila y convencida de que era la mejor forma de aplazar su decisión de ser madre. Así que se le quitó todo ese ‘miedo escénico’. Y nos comentó que lo más importante es asistir a un buen especialista, quien te explicará tus posibilidades y opciones para preservar tu fertilidad.

El primero de sus hijos fue Carlos. Elena no tenía muy claro si tener un segundo hijo o no, pero pensó que sería bueno que su peque tuviera un hermano. Y aquí tenemos a la preciosa María también. Y mira tú por donde, esta situación tan incierta que estamos viviendo todos les ha permitido disfrutar mucho tiempo juntos. Elena nos dijo que ahora es cuando realmente se había dado cuenta de que tomó la mejor decisión de su vida el día que congeló sus óvulos. Ahora tiene a su familia. Se siente muy feliz de poder disfrutarlos. Nos aconsejó que pensáramos en ello, ahora que todavía somos jóvenes. ¡Y tanto! Ya estamos viendo que la vida da mil vueltas… pero lo que no sabía es que yo ya estaba poniéndome al día…

La edad es un factor importante a la hora de congelar los óvulos

Recordatorio para una misma: el tiempo vuela

La edad es un factor muy importante a la hora de congelar los óvulos, ya que las tasas de éxito de conseguir un embarazo dependerán de la edad a la edad a la que se congelaron los óvulos.

“Recordatorio para una misma: el tiempo vuela”, y, ahora que tengo toda la información, también tengo que recordar que la edad es un factor muy importante a la hora de congelar los óvulos. Parece que enero de 2021 viene pisando fuerte, y no es para menos, porque últimamente parece que todos son señales… ¡Os cuento!

El otro día coincidí con Belén, la hermana mayor de una de mis amigas de toda la vida, con quien empecé a ir al insti.

Cuando éramos preadolescentes, Belén era la típica hermana mayor a la que todas nos queríamos parecer, porque nos sacaba 12 años y claro, era mayor súper guapa súper divertida y siempre andaba contándonos los planazos que tenían previstos ellas y sus amigos mientras se arreglaba, porque claro nosotras no teníamos ni la mayoría de edad, pero soñábamos con algún día poder ser así, pero por el momento simplemente podíamos fantasear con lo que ella nos contaba y tener un poquito de envidia sana.

El caso es que hacía muchísimo tiempo que no sabía nada de ella, ya que sacó la carrera de periodismo, un máster en moda y enseguida comenzó a trabajar con los grandes de la industria textil y se ha pasado la vida viajando. Pero, mira tú por donde, el otro día que estaba de compras coincidimos en la fila del súper pagando. ¡Qué alegría volver a vernos! Como teníamos tiempo, decidimos irnos a tomar un café y ponernos al día.

Belén ha llegado muy alto en su empresa. Es directiva y vive a caballo entre París, Nueva York y Madrid. Sigue teniéndolo todo. Es inteligente, guapa, elegante, superdivertida y culta. Pero, como digo, me dio mucha pena cuando me comentó que quería ser madre y no lo había conseguido. Le pasó lo típico que ya sabemos. Te entregas a tu vida profesional y lo vas retrasando. Además, con la vida que lleva no ha tenido parejas estables, hasta que encontró a John, un compañero de las oficinas de Nueva York. ¡Ahí todo cambió! E iniciaron una relación y posteriormente decidieron tener un hijo. Pero nada. La gran noticia no llegaba.

Así que fue a una clínica de fertilidad. Lo intentó, pero no funcionó. Y entonces, le explicaron que una cosa es que los avances científicos nos permitan congelar óvulos y otra muy distinta es que la edad no sea determinante, ¡y esto es algo que se nos olvida! En la clínica donde acudió le dijeron que, según la edad que tengas en el momento de la congelación de ovocitos, la tasa de éxito del tratamiento de congelación y de probabilidades de conseguir un embarazo cuando los usara varía. Yo le dije que de algo me sonaba el tema de la preservación de la fertilidad, ¡ya sabéis!

Se quedó sorprendida de que yo tuviera muy claro que la edad es super importante y que supiera que, a partir de los 35 años, nuestro potencial reproductivo va cayendo con el tiempo. No solo es que tener hijos de manera natural sea difícil, es que cuanto más joven se preserve la fertilidad, mejor. Está más que demostrado que, según la edad que tengas en el momento de la congelación de óvulos, la tasa de éxito del embarazo con óvulos congelados varía. La reserva ovárica va disminuyendo con el paso de los años y hace que las probabilidades de tener un embarazo natural se reducen considerablemente. Por esta razón, cuanto más joven se preserve la fertilidad, mejores tasas de éxito, ya que los óvulos congelados mantendrán la fertilidad exacta del momento en el que fueron extraídos y estarán disponibles llegado el momento en el que decidas ser madre.

Belén se quedó asombrada cuando me vio tan informada y me lo confirmó con tristeza. “Fíjate, con más de 40 años, la tasa de éxito es del 28%. Desgraciadamente, yo he ido a caer en el otro lado del porcentaje”. Cuando me dijo esto se hizo un silencio entre nosotras. No sabía qué decirle. Ella ya lo dijo todo. “Qué tonta he sido en no darme cuenta a tiempo, con lo fácil que me habría resultado preservar mi fertilidad y haber aplazado el momento”.

Cuando nos despedimos me dijo: “No seas tonta, Alicia. No dejes pasar tu oportunidad ¡que el tiempo vuela!”.

Congelar óvulos jóvenes aumenta las posibilidades de embarazo

Óvulos jóvenes… y cuanto antes ¡mejor!

Congelar óvulos jóvenes aumenta las posibilidades de un embarazo, ya que las tasas de éxito son las de la edad a la que se congelaron los óvulos, no la edad a la que se utilizan

Esta mañana, mientras desayunábamos, me ha dicho Juan Luis que había leído una noticia en la que un médico aconseja no aplazar los tratamientos de fertilidad por el miedo al coronavirus, ya que congelar óvulos jóvenes aumenta las posibilidades de un embarazo. Decía también que se ha producido un aumento en la demanda de información y tratamientos para la preservación de la fertilidad; para congelar óvulos fértiles y jóvenes. Las mujeres que llamaban para informarse querían garantizar su maternidad en el futuro por si fuese necesario, tal y como está la cosa.

Como nosotros hace tiempo que venimos informándonos sobre esto nos hemos alegrado mucho de que se hable de ello. Al principio, parecíamos dos bichos raros cuando sacábamos el tema con nuestros amigos. Bueno, hasta el punto de que un día nuestros Aitor y Carolina nos llegaron a decir que cómo se nos ocurría hablar de esos “temas futuristas” mientras tomábamos unas cañas, que íbamos en plan de cachondeo y no a darle vueltas a la ciencia. Juan Luis y yo nos quedamos de piedra en aquel momento. Bastante pillados, la verdad. Pero cuando Juan Luis ha leído el titular esta mañana hemos intercambiado una sonrisa cómplice y hemos recordado cómo reaccionaron nuestros amigos.

Parece ser que ‘los mundos de yupi’, en los que soñamos con encontrar el momento adecuado para cada decisión y paso que nos gustaría dar en nuestra vida, han llegado para quedarse.

El caso es que los argumentos son tan contundentes y reales como que vivimos momentos de incertidumbre -que no podemos manejar como nos gustaría, ni tomar las decisiones que quisiéramos en cada momento- y que nuestro reloj biológico no entiende de pandemias ni oportunidades. Así que la oportunidad hay que buscarla y la tenemos a mano, gracias a los avances de la ciencia, no el de las películas que se montan algunos.

Pero la noticia iba a más. Hablaba precisamente de ‘óvulos jóvenes’, un matiz súper importante. Porque esto es otro tema que la gente no tiene muy claro. Una de las ventajas que nos ofrece la congelación de óvulos es preservar nuestra juventud para lo más importante, como es la concepción de un hijo. Sobre este tema hay que insistir. Cuando hablamos sobre esto con nuestro entorno se creen que cualquier edad es buena, y que puedes congelar tus óvulos en cualquier momento, pero lo cierto es que la edad en la que congelas tus óvulos determina el porcentaje de éxito el día que quieras ser mamá.

La preservación de la fertilidad se trata de un método completamente seguro que garantiza la recuperación de los gametos hasta más de un 90% tras la congelación de los óvulos. Tiene tasas de fertilización cercanas al 75%. ¿y cuándo debo hacerlo? –os estaréis preguntando, y la respuesta es cuanto antes mejor…- Seguro que muchos ya lo sabréis,pero la edad fértil de la mujer suele llegar hasta los 35 años, que es cuando empieza a descender; así que lo ideal es congelar óvulos antes de llegar a ese límite, entre los 25 y los 35 años.

La gran ventaja es que, una vez congelados los óvulos, pueden ser utilizados en el momento en el que te sientas realmente preparada para formar una familia, evitando así problemas que por la edad o circunstancias puedan poner en riesgo tu fertilidad o hagan más difícil la concepción. Sencillamente, nos parece un método maravilloso para planificar nuestra familia, porque nos permite preservar la máxima calidad de mis óvulos y cuadrarlo en tiempo con el momento en el que decidamos ser padres.

Juan Luis dice que está deseando encontrarse con Aitor y Carol para echarles en cara la noticia que leímos esta mañana, porque está claro que no somos los únicos que se lo plantean y que no es tan “heavy” hacerlo, porque la cosa está súper inestable, dada la situación que estamos viviendo en la actualidad, en la que la incertidumbre e inseguridad parece que se han adueñado de las decisiones importantes.

La información es poder, y consultar con un especialista resulta ser la mejor decisión para nuestra tranquilidad… ¿daremos el paso de ir a una consulta en 2021?

Os mantendré informadas…

Hay mucha desinformación sobre la preservación de la fertilidad

¡Qué importante es poder elegir para decidir!

Hay mucha desinformación sobre la preservación de la fertilidad, lo que lleva a que muchas mujeres piensen en congelar sus óvulos pasados los 40 años, cuando no es recomendable

Ahora, que soplan tiempos complicados, donde la restricción es la norma, es cuando realmente tenemos que ser conscientes del tesoro que tenemos al poder calibrar lo que queremos hacer con nuestra vida. Esto me hace pensar que hay mucha desinformación sobre la preservación de la fertilidad. ¡Qué importante es tener información para poder decidir!

Me hago estas reflexiones mientras voy de camino para encontrarme con mis amigas, con las que he quedado a tomar café. Somos cuatro y cada una con una vida totalmente distinta. Dos de ellas están embarazadas. Patricia se casó el año pasado ¡Cómo pasa el tiempo! ¡Ya tenemos bebé en camino! Y Cristina no tenía pensado ser madre ahora porque lleva poco tiempo con su chico, pero las cosas se han presentado de esta manera y finalmente ha decidido que quiere tener a su bebé, así que ¡bienvenido sea! Sin embargo, Bea y yo tenemos otro tipo de situación y motivos para no dar el paso todavía….

Bea ni si quiera se plantea ser madre, ni en este momento, ni en el futuro. Dice que no es niñera para nada y que el instinto maternal ni se asoma. Así que mientras tomamos café todas juntas les comento lo de congelar óvulos y toda la información que he ido leyendo y recopilando al respecto. Porque, ejemplos como el de Bea conozco más de uno: chicas que en no se veían con una familia y cuando cambiaron de opinión y hacerlo ya era tarde o les costó mucho trabajo y tuvieron que recurrir a otros métodos (que levante la mano quien sepa de lo que hablo).

En mi caso, Juan Luis y yo, llevamos tiempo pensando sobre ello. La verdad es que andamos muy liados entre trabajo y estudios. Nos hemos tirado a la piscina y por si no teníamos bastante, nos hemos matriculado en un máster online, y con “nos” me refiero a mí, aunque también a él le afecten las entregas y no pueda contar conmigo para la repartición de las maravillosas “tareas del hogar”. Que, aunque ahora estemos más tiempo en casa, la verdad es que al día le falta horas y a la semana incluso días. ¡Solo nos faltaba andar entre biberones! Juan Luis y yo sí queremos ser padres, pero queremos disfrutarlo y poder prestarle la atención y tiempo que ahora mismo no tenemos.

Así que, entre café y café, les digo: “¿Sabéis que el término más buscado en Google con respecto a la congelacion de óvulos es ‘congelación a los 40 años’?” Las tres me han mirado como si viniera de otra galaxia, sobre todo Bea. Yo les digo que me parece incomprensible. ¿Por qué esperar tanto cuando la ciencia médica está de nuestro lado? ¡Y de una forma sencillísima, segura y cómoda! Está claro que esto pasa por puro desconocimiento.

Estoy segura de que Bea estaba pensando en películas de ciencia-ficción, con médicos extraños y dentro de una burbuja. La conozco y se las películas que se monta ella sola. Pues nada más lejos de la realidad. Es un procedimiento sencillo, se trata de una punción vaginal indolora, que dura 15 minutos y que se realiza con anestesia general tan suave, que el tiempo de recuperación apenas llega a dos horas. Y después se puede hacer una vida completamente normal. Como mucho, pueden sentirse molestias similares a las que tenemos cuando vamos a tener la regla. Vamos, que ni te enteras.

A pesar de que Patricia y Cristina ya están embarazadas se han tomado el mismo interés que Bea en saber sobre esto. ¡Nunca se sabe si mañana conviene tomar esta decisión para garantizar un segundo hijo!

De regreso a casa me alegro de haber hablado sobre esto delante de Bea especialmente. Estoy segura de que si un día se decide va a ser una madraza. Ella es impulsiva y ahora está en sus trece de no querer ni oír hablar de niños, pero no me gustaría que fuera una de las que buscan en Google saber sobre la congelación a los 40 desesperadamente. Que no, que la congelación de óvulos no es ciencia-ficción. Esto es ciencia real. Esto es ‘elegir, ‘decidir’, ‘escoger’, sin que un día estás tan tranquila y te levantas de la cama escuchando el ‘tic-tac’ del reloj biológico.  ¡Qué importante es poder elegir para decidir!

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