Ahora, que soplan tiempos complicados, donde la restricción es la norma, es cuando realmente tenemos que ser conscientes del tesoro que tenemos al poder calibrar lo que queremos hacer con nuestra vida. Esto me hace pensar que hay mucha desinformación sobre la preservación de la fertilidad. ¡Qué importante es tener información para poder decidir!
Me hago estas reflexiones mientras voy de camino para encontrarme con mis amigas, con las que he quedado a tomar café. Somos cuatro y cada una con una vida totalmente distinta. Dos de ellas están embarazadas. Patricia se casó el año pasado ¡Cómo pasa el tiempo! ¡Ya tenemos bebé en camino! Y Cristina no tenía pensado ser madre ahora porque lleva poco tiempo con su chico, pero las cosas se han presentado de esta manera y finalmente ha decidido que quiere tener a su bebé, así que ¡bienvenido sea! Sin embargo, Bea y yo tenemos otro tipo de situación y motivos para no dar el paso todavía….
Bea ni si quiera se plantea ser madre, ni en este momento, ni en el futuro. Dice que no es niñera para nada y que el instinto maternal ni se asoma. Así que mientras tomamos café todas juntas les comento lo de congelar óvulos y toda la información que he ido leyendo y recopilando al respecto. Porque, ejemplos como el de Bea conozco más de uno: chicas que en no se veían con una familia y cuando cambiaron de opinión y hacerlo ya era tarde o les costó mucho trabajo y tuvieron que recurrir a otros métodos (que levante la mano quien sepa de lo que hablo).
En mi caso, Juan Luis y yo, llevamos tiempo pensando sobre ello. La verdad es que andamos muy liados entre trabajo y estudios. Nos hemos tirado a la piscina y por si no teníamos bastante, nos hemos matriculado en un máster online, y con “nos” me refiero a mí, aunque también a él le afecten las entregas y no pueda contar conmigo para la repartición de las maravillosas “tareas del hogar”. Que, aunque ahora estemos más tiempo en casa, la verdad es que al día le falta horas y a la semana incluso días. ¡Solo nos faltaba andar entre biberones! Juan Luis y yo sí queremos ser padres, pero queremos disfrutarlo y poder prestarle la atención y tiempo que ahora mismo no tenemos.
Así que, entre café y café, les digo: “¿Sabéis que el término más buscado en Google con respecto a la congelacion de óvulos es ‘congelación a los 40 años’?” Las tres me han mirado como si viniera de otra galaxia, sobre todo Bea. Yo les digo que me parece incomprensible. ¿Por qué esperar tanto cuando la ciencia médica está de nuestro lado? ¡Y de una forma sencillísima, segura y cómoda! Está claro que esto pasa por puro desconocimiento.
Estoy segura de que Bea estaba pensando en películas de ciencia-ficción, con médicos extraños y dentro de una burbuja. La conozco y se las películas que se monta ella sola. Pues nada más lejos de la realidad. Es un procedimiento sencillo, se trata de una punción vaginal indolora, que dura 15 minutos y que se realiza con anestesia general tan suave, que el tiempo de recuperación apenas llega a dos horas. Y después se puede hacer una vida completamente normal. Como mucho, pueden sentirse molestias similares a las que tenemos cuando vamos a tener la regla. Vamos, que ni te enteras.
A pesar de que Patricia y Cristina ya están embarazadas se han tomado el mismo interés que Bea en saber sobre esto. ¡Nunca se sabe si mañana conviene tomar esta decisión para garantizar un segundo hijo!
De regreso a casa me alegro de haber hablado sobre esto delante de Bea especialmente. Estoy segura de que si un día se decide va a ser una madraza. Ella es impulsiva y ahora está en sus trece de no querer ni oír hablar de niños, pero no me gustaría que fuera una de las que buscan en Google saber sobre la congelación a los 40 desesperadamente. Que no, que la congelación de óvulos no es ciencia-ficción. Esto es ciencia real. Esto es ‘elegir, ‘decidir’, ‘escoger’, sin que un día estás tan tranquila y te levantas de la cama escuchando el ‘tic-tac’ del reloj biológico. ¡Qué importante es poder elegir para decidir!
Seguro que no te sorprende el título de este post, “Las españolas, preocupadas por los temas relacionados con el embarazo ”, porque apuesto a que conoces a alguna amiga o familiar de unos treinta y tantos que ha recurrido a la reproducción asistida o que está ‘como loca’ buscando la mejor calculadora de embarazo para saber cuáles son sus días fértiles. En este artículo te contamos por qué las mujeres deberíamos informarnos y actuar. ¡Y si es antes de los 30 años mejor!
A las mujeres españolas les preocupan más los temas sobre el parto, el embarazo y la infertilidad que a la media de las mujeres europeas. Esta es una de las principales conclusiones del Informe de Bienestar de la Mujer impulsado por la compañía farmacéutica Gedeon Richter, líder en salud de la Mujer.
¿Sabes por qué?. Las razones seguramente tienen que ver con las cifras sobre natalidad y fertilidad que barajamos en España: tenemos un ranking que deja bastante que desear: nuestro país lidera el segundo puesto en la Unión Europea conla tasa de fertilidad más baja, (imagínate que estamos hablando de que la media en nuestro país es de 1,31 hijo por mujer) y sólo nos supera Malta con una media de 1,26, según un estudio de la oficina estadística comunitaria Eurostat sobre los nacimientos en la UE.
¿Qué queremos decir con esto? Para que te hagas una idea: la tasa es tan bajita en nuestro país, que, por cada 1.000 habitantes residentes españolas en la UE, sólo se registran 7,9 nacimientos. ¡Y eso nos lleva cada año a tener un país con menos niños!
Otra cuestión importante es que el informe Eurostat también nos adelanta otro dato que da mucho que pensar: las españolas son las segundas europeas que más retrasan la maternidad, teniendo su primer hijo con una media de 30,9 años, sólo superadas por las italianas, que llevan la cifra a los 31,1 años.
¿Y por qué tenemos hijos tan tarde y tan mayores? Pues la causa de estasituación parece encontrarse en el estilo de vida que tenemos actualmente en nuestro país. “Son miles las mujeres que cada año retrasan su maternidad por diferentes motivos: porque no pueden enfrentarse económicamente a ella, porque les supondría un problema a nivel laboral o porque no han encontrado la estabilidad emocional que desean para tener hijos”, explica Irene García, socióloga experta en natalidad.
Todo esto nos lleva a un envejecimiento importante de la población: el último informe del Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre el Movimiento natural de la población, nos recuerda que, en solo 10 años, la disminución de nacimientos ha sido exponencial. Para hacernos una idea te doy un dato, en 2018 se registraron 152.405 nacimientos menos que en 2008.
El tener hijos tarde, no tendría por qué suponer un problema, ya que también se está retrasando la esperanza de vida en nuestro país, y esto podría hacer pensar que los óvulos estarían disponibles hasta más tarde. Pero la realidad es que, a partir de los 35 años, la calidad de los óvulos de la mujer disminuye considerablemente, y esto provoca que comiencen los problemas de fertilidad.
“Decidí esperar a ser madre porque no veía el momento. Cuando por fin nos lanzamos, no conseguía quedarme embarazada. Tenía 36 años y estaba relativamente tranquila con el tema, pero en la clínica me dijeron que tenía muy poca reserva ovárica. No sabía ni de qué me estaban hablando”, explica Nuria Hernández, ex paciente de una clínica de fertilidad.
No todos los casos son iguales y no se puede generalizar, pero sí concienciar. Lo importante es que para no sufrir este problema cuando ya es tarde, existe una solución. ¡Sí! Aunque todavía hay cierta desinformación al respecto, porque hay que actuar cuando todavía eres joven y esos temas no te preocupan demasiado porque crees que tienes todo el tiempo del mundo. Pero es algo sencillo y que a largo plazo te puede ayudar mucho: se trata de preservar tu fertilidad.
“Cuando tenía 32 años leí en Internet sobre ello, me fui a informar a una clínica de fertilidad y decidí hacerlo. Solo se trata de congelarte (vitrificar) óvulos y guardarlos por si algún día los necesitas”, comenta Clara P.
La prestigiosa revista Human Reproduction publicó recientemente un estudio que realizó el Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI), que concluye que vitrificar antes de los 35 años aumenta un 40% la tasa de éxito respecto a hacerlo más tarde. Eso da mucho que pensar…
Y el Instituto Marqués de Fertilidad asegura que a partir de los 35 años sólo le queda a la mujer el 10% de sus óvulos… y eso no es mucho, ¿verdad?
Por eso puede ser interesante conocer un poco más qué hay detrás de la preservación de la fertilidad. Quizá nos ayude a decidir más conscientemente sobre nuestro momento de ser madres.
http://grimujer.es/informe-bienestar-mujeres.html
https://www.ine.es/dyngs/INEbase/es/categoria.htm?c=Estadistica_P&cid=1254735573002
https://www.ine.es/prensa/mnp_1s2018_p.pdf
https://ec.europa.eu/eurostat/documents/2995521/9967990/3-10072019-BP-FR.pdf/eb54774b-b431-4d02-b230-9de4aea40d17
https://datosmacro.expansion.com/demografia/natalidad/espana
https://ivi.es/notas/vitrificar-antes-de-los-35-aumenta-un-40-la-tasa-de-exito-respecto-a-hacerlo-mas-tarde/